En el barrio de Cerrado de Calderón se encuentra Verum. Llamado “el Asador de Málaga”, festejó en febrero su segundo aniversario. Cumplirá muchos más, pues el restaurante ha caído en gracia por el buen trato que recibe el cliente y la buena relación calidad-precio de la materia prima que le sirve, que es de lujo.

Gerencian el negocio el enólogo Ramón Berzosa y su hijo cocinero Jorge, quien ha heredado el arte y el señorío paternos.  Naturales de Aranda de Duero, regentaron hasta hace poco el asador El Lagar de Milagros (Autovía N-1 Madrid-Irún, salida Km 146, 09460 Milagros, Burgos, Tel +34  947 54 80 91), el que más lechazos asa del país; recibiendo el Premio del Ministerio de Agricultura por el buen uso del producto español en la cocina.

Antes de rememorar la gloriosa comida que celebramos en Verum, mencionaremos más laureles del patrón: si como restaurador Don Ramón es Mesonero Mayor de Castilla, como enólogo y fundador de Bodegas Ribera Alta es el creador del vino Vega Izan: Medalla de Oro 2018 en el Concurso de Vinespaña.

Por lo que saben perfectamente qué vinos elaboran y qué carnes asan con aromática leña de encina. Bien a la brasa o en horno castellano, el asado es aquí la gran estrella. Se masca la profesionalidad desde la carta, la más didáctica que hayamos visto, pues detalla maduraciones, escalas de infiltración y de sabor de cada pieza.

La comida

El comensal puede rendirse al embrujo de la cuchara patria, encarnada aquí de lunes a jueves en la trilogía nacional culinaria de callos, cocidos y fabadas; decantarse por algún menú como el segoviano, el arandino o el ejecutivo; comer más livianamente un pescadito a la brasa, como un atún de almadraba, o empapuzarse en la gloria de sus asados estelares: cochinillos, lechazos, también chivo lechal malagueño; chuletas, chuletillas y chuletones de diferentes curaciones, tamaños y razas: buey castrado asturiano, vaca vieja gallega, Hereford inglesa, Limousin y Charolesa francesas, Aberdeen Angus escocesa, Simmental suiza…

La Ensaladilla Rusa

Es la ganadora del V Campeonato de Málaga de Ensaladilla Rusa. Una extraordinaria ensaladilla rusa con gamba blanca y delicadísima mayonesa; seguida de un foiegras con prescindible queso de cabra gratinado; una morcilla de Burgos con pimientos asados, timbre de gloria de esa tierra; un tartar de lubina salvaje exquisito y una pata de pulpo a la brasa tan tierna, sabrosa y crujiente que estaba para seguir el resto de la cuchipanda comiendo más pulpo, sólo pulpo y nada más que pulpo.

Porque nuestra primera intención era probar distintos platos, para hacernos una idea de su oferta gastronómica, acabaríamos el festín con un delicado solomillo, pero los descomunales chuletones pasaban  todo el tiempo por el salón con destino a otras mesas y cuando la tentación se hizo irresistible ordenamos, inmediatamente después del solomillo con salsa perigordina, nos asaran un chuletón igual, pero que no pasara del kilo y medio.

En definitiva, un espacio gastronómico acogedor, con bodega selecta y bien cuidada, como corresponde al oficio del cabeza de familia. La comida culmina en una carta de postres con propuestas refrescantes y ligeras como el gintonic emplatado, la piña osmotizada o más gourmandisiacas, como la tarta de queso o el volcán de chocolate.

 Jorge Berzosa

Jorge Berzosa